El Capitolio de La Habana, también conocido como El Capitolio Nacional, es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de La Habana, en Cuba. Construido entre 1926 y 1929, este imponente edificio fue diseñado por el arquitecto Eugenio Raynieri Piedra y fue inaugurado el 20 de mayo de 1929 para albergar el Congreso de la República de Cuba.
Con una arquitectura neoclásica inspirada en el Capitolio de Washington, en Estados Unidos, El Capitolio de La Habana se distingue por su cúpula de 91.73 metros de altura, siendo una de las más altas del mundo. El edificio tiene una extensión de 681 metros de longitud y 300 metros de ancho, convirtiéndolo en uno de los edificios más grandes de Cuba y en un ícono arquitectónico de la ciudad.
En su interior, El Capitolio de La Habana cuenta con numerosas salas y espacios donde se llevaban a cabo las funciones legislativas del país. Destaca la Sala de las Vitrales, con un impresionante vitral que representa la historia de Cuba, y la Sala de los Pasos Perdidos, con un piso de mármol italiano y columnas de mármoles con detalles en oro.
Tras la Revolución Cubana de 1959, El Capitolio de La Habana dejó de albergar al Congreso y fue reconvertido en sede de la Academia de Ciencias de Cuba y luego en la Biblioteca Nacional de Ciencias Sociales. En la actualidad, el edificio se encuentra en proceso de restauración para convertirse en la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.
El Capitolio de La Habana es uno de los destinos turísticos más visitados de Cuba, no solo por su impresionante arquitectura, sino también por su importancia histórica y cultural. Desde sus jardines, los visitantes pueden disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad y tomar fotografías junto a la icónica estatua de La República, ubicada en la escalinata principal del edificio.
En resumen, El Capitolio de La Habana es un símbolo de la historia y la arquitectura cubana, y un lugar imprescindible de visitar para todos aquellos que deseen conocer más sobre la rica cultura de la isla caribeña.
