El dominó es uno de los juegos de mesa más populares en Cuba. Este juego de origen chino, que se ha vuelto una tradición en la isla caribeña, es considerado como un pasatiempo nacional que reúne a familiares y amigos en competencias llenas de emoción y estrategia.
El dominó se juega con una fichas rectangulares con puntos que van desde el cero hasta el doce. El objetivo del juego es ser el primero en quedarse sin fichas, colocándolas en la mesa en base a las reglas establecidas. Existen diferentes variantes del juego, con reglas particulares que varían de una región a otra.
En Cuba, el dominó es mucho más que un simple juego de mesa. Es una actividad que se ha convertido en parte de la cultura cubana, una tradición que se ha transmitido de generación en generación. Las competencias de dominó suelen celebrarse en lugares públicos, como parques o plazas, donde se pueden escuchar las voces entusiastas de los jugadores mientras planifican sus movimientos y estrategias.
Además, el dominó ha sido un tema recurrente en la música cubana, con canciones populares que hacen referencia a este juego. La pasión por el dominó en Cuba es tan grande que incluso se han creado asociaciones y clubes dedicados exclusivamente a la práctica y promoción de este juego.
En resumen, el dominó es el juego de Cuba por excelencia, una tradición arraigada en la cultura cubana que ha sido parte de la vida cotidiana de sus habitantes durante décadas. A través del dominó, los cubanos han encontrado un espacio para la diversión, la camaradería y la competencia, convirtiendo este juego en un símbolo de identidad nacional.