Los Monumentos a las víctimas del Maine son un conjunto de esculturas conmemorativas ubicadas en La Habana, Cuba. Estas monumentos rinden homenaje a las víctimas del hundimiento del USS Maine, un buque de guerra estadounidense que explotó en el puerto de La Habana en 1898, desencadenando la Guerra Hispanoamericana.
El incidente del Maine tuvo un gran impacto en la opinión pública de Estados Unidos en ese momento, y muchos estadounidenses culparon a España por el hundimiento del buque. Esto llevó a la intervención militar de Estados Unidos en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam, y al posterior establecimiento de una administración colonial en Cuba.
Los Monumentos a las víctimas del Maine consisten en tres esculturas: una fuente que representa a la diosa Atenea, símbolo de la sabiduría y la justicia, flanqueada por dos leones guardianes. La fuente fue diseñada por el escultor italiano Frederico J. Villa y fue inaugurada en 1926 en el Parque Central de La Habana.
Estas esculturas han sido objeto de controversia a lo largo de los años, ya que muchos cubanos consideran que son un símbolo de la intervención estadounidense en su país. Algunas voces críticas argumentan que los monumentos deberían ser retirados como parte de un proceso de descolonización cultural en Cuba.
Sin embargo, otros defienden la preservación de los Monumentos a las víctimas del Maine como parte de la historia cubana y un recordatorio de los horrores de la guerra. Consideran que estas esculturas son un testimonio de las víctimas del conflicto y un llamado a la paz y la reconciliación entre las naciones.
En definitiva, los Monumentos a las víctimas del Maine son un importante símbolo histórico en La Habana que continúa generando debate y reflexión sobre la relación entre Estados Unidos y Cuba, así como sobre la memoria y el legado de la Guerra Hispanoamericana.