De Casablanca y de La Habana, el Cristo es una impresionante obra de arte que se encuentra en la ciudad de La Habana, Cuba. Se trata de una escultura que representa a Jesucristo crucificado, la cual se encuentra en lo alto de una colina en el barrio de Casablanca, justo enfrente de la ciudad de La Habana.
La idea de crear esta escultura surgió en la década de 1950, cuando un grupo de personas del barrio de Casablanca decidieron erigir una imagen de Cristo para conmemorar el 400 aniversario de la fundación de la ciudad de La Habana. Fue entonces cuando se decidió construir esta impresionante escultura, la cual se convirtió en uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
La escultura de De Casablanca y de La Habana, el Cristo mide unos 20 metros de altura y está hecha de bronce. Fue realizada por el escultor cubano Jilma Madera, quien se inspiró en la obra de otros grandes artistas como Miguel Ángel y Rodin. La obra representa a Jesucristo crucificado con los brazos extendidos, mirando hacia la ciudad de La Habana y el mar Caribe.
La escultura de De Casablanca y de La Habana, el Cristo se ha convertido en un importante punto de referencia para la ciudad de La Habana, atrayendo a turistas de todo el mundo que desean contemplar su belleza y su significado religioso. Desde lo alto de la colina de Casablanca, se puede disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad de La Habana, así como de las aguas cristalinas del mar Caribe.
La escultura de De Casablanca y de La Habana, el Cristo es un testimonio del profundo sentido religioso de los cubanos y de su devoción por Jesucristo. Es un monumento que representa la fe y la esperanza de todo un pueblo, así como su amor por su ciudad y su historia. Sin duda, una visita a esta impresionante escultura es una experiencia inolvidable para cualquier persona que se encuentre en La Habana.